No es nada reciente el hecho de que el vino barato se venda en caja. La situación de consumo cotidiano y urgente permite que este tipo de envase sea apto para la bebida. Caso contrario, en el caso de vinos de mayor calidad (y mucho más en el caso de vinos de alta gama), es mejor su envasado en botella de vidrio puesto que permite mantener intactas las cualidades del vino. Estos predicamentos están instalados en la mente de los consumidores.
Pero la cuestión aquí es: ¿Por qué no intentar promover el envase del vino en tubos de cartón? Esta idea, propuesta por una empresa californiana, tiene sus promotores, pero también sus detractores, los cuales son escépticos ante la idea de que un buen vino pueda ser envasado en un tubo de cartón y permanecer sin ninguna alteración.
La compañía vitícola Four afirma que sus Cabernet Sauvignon y Petite Syrah envasados en tubos en cartón de tres litros constituyen una primicia en el sector de los vinos de calidad en California. Según sus creadores, está opción es válida ya que estos tubos son menos nocivos para el medio ambiente que las botellas de vidrio. Agregan, además, que la conservación es mucho mejor en estos tubos porque su tapa es más hermética que el utilizado corcho.
Los tubos de Four, de 28,5 centímetros de alto y 13 cm. de diámetro, contienen el equivalente a cuatro botellas de vino de 750 ml, de ahí su nombre (en inglés, cuatro). Remitiéndose a cuestiones técnicas, el vino no está directamente en contacto con el cartón, puesto que el tubo contiene una bolsa interna de plástico. En cuanto a los efectos de su fabricación en medio ambiente, insume menos energía que la de hacer cuatro botellas, pudiendo todos los materiales reciclarse.
Lanzada ya la propuesta al mercado, será cuestión de esperar cómo es recibida en el mundo del vino, desde los enólogos, sommelliers, hasta el último juez y más influyente: el consumidor.
Fuente: María Celeste Laciar
No hay comentarios:
Publicar un comentario