martes, 27 de octubre de 2009

Pequeñas bodegas en las grandes ligas

En la última edición de Wine Spectator, varios vinos de bodegas boutique de Argentina obtuvieron altas calificaciones. ¿Cómo hace una bodega pequeña, que no depende de una multinacional, para jugar en las "grandes ligas" de Estados Unidos?

"Trabajar, trabajar y trabajar" y "pedirle dinero a los amigos", son las frases destacables de esta nota, en la que las bodegas chicas explican por qué logran los mejores puntos y elogios de la crítica internacional.

Altocedro, que en la última edición de WS, se ubicó en los mismos puntajes que Catena, (92 puntos), tiene una historia poco ortodoxa dentro de las ligas de vinos de alta gama. Karim Mussi, su propietario, bromea: "había una vez unos turquitos de Villa Hipódromo que vendían vinos de mesa y mosto concentrado alrededor del mundo y un día de 1998 se decidieron a hacer vinos Premium. Se instalaron en La Consulta cuando nadie hablaba de la zona y plantaron una viña y arreglaron una bodega centenaria. Aquí producimos Altocedro: Año Cero, Reserva, Gran Reserva y Desnudos.

A la pregunta de cómo llegan a posicionarse tan alto en el mercado americano Mussi responde: "mi importador nos presentó con Wine Spectator en 2005 y el resto de la relación se construyó con paciencia y tiempo; creo que lo que hemos hecho para sostenernos en un mercado competitivo - además de pedirle plata a los amigos - es especializarnos bien en un terruño, La Consulta, y diferenciarnos con la calidad".

"En una bodega chica - sigue - uno se levanta y se va a dormir soñando con la calidad. Aclaro que con calidad no solo me refiero a la intrínseca del vino, sino también en las acciones comerciales, logística, empaque, gestión financiera, etcétera"

Bodega de familia

Conocidos en el ambiente, los hermanos Durigutti se han hecho famosos por asesorar bodegas. Pero sobre todo su nombre resuena por el proyecto Familia Durigutti que comenzó en 2002 produciendo sólo 3.000 botellas de Malbec.

Héctor Durigutti comenta que hoy producen 250.000 botellas entre (Malbec clásico 60%, Bonarda clásica 30%, Malbec reserva 7 % y Familia Durigutti 3%). "Desde el punto de vista del capital todas nuestras ganancias se reinvierten. Hasta hace un ano atrás no vivíamos de este proyecto, pero hoy 2009, deje todos mis asesoramientos para dedicarme full time a nuestra marca. Desde la investigación vivimos viajando y actualizándonos con respecto a concepto de vinificaciones y tendencias de mercados. Yo estoy recién llegado de Estados Unidos visitando clientes", comentó.

El Durigutti Malbec 2007 Mendoza que obtuvo 90 puntos en WS, tiene una producción de 100 mil botellas.

Héctor Durigutti dice que para llegar hay que soportar, antes que nada, los primeros 3 años que "son durísimos porque nadie te conoce. Nosotros pudimos llegar a buen puerto en Estados Unidos gracias a la trayectoria de nuestro importador, pero también porque se conocían los enólogos y los consultores. Nosotros nos hemos enfocado en calidad y en cierto segmento de precios y de consumidores".

Los vinos de esta firma son elaborados hechos al gusto del consumidor americano, mucho color, mucha fruta roja y una buena madera.

Durigutti resume de la siguiente forma su trabajo para jugar en grandes ligas: "trabajo de marketing personalizado, el dueño viaja y presenta sus vinos, el enólogo hace degustaciones, a la gente le gusta ver a las figuras principales. Cuando uno hace foco y maneja calidad al principio cuesta pero después el consumidor y la prensa te busca. Lo importante es hacer una buena relación con los sommeliers en los restaurantes, en los wine shops. Si a ellos les gusta el vino te ayudan a venderlo, es la mejor publicidad".

La diferencia está en el detalle

Nunca antes Bodega Renacer había obtenido 93 puntos en Wine Spectator, esta vez lo logró con Malbec de Bodega Renacer 2006, del que se elaboran sólo 4.500 botellas por año.Patricio Reich, su dueño, asegura que la forma de llegar alto en el negocio del vino es, para una bodega chica, estar en el detalle. "Al igual como se siente una gran diferencia cuando uno entra a un restaurante y es atendido directamente por los dueños, los cuales se fijan en cada detalle para que sus clientes se sientan lo mas acogidos y cómodos, ponemos mucha atención a los pequeños detalles que hacen la diferencia. Trabajamos en equipo en cada etapa de la elaboración del vino, somos un grupo de 13 personas apasionadas, y ponemos en juego todos los recursos que tenemos al alcance: somos una de las pocas bodegas en Argentina que utiliza agricultura de precisión para el manejo diferenciado del viñedo (cosecha, poda, uso de fertilizantes, manejo del riego); cuidamos a nuestros productores para lograr una calidad uniforme en nuestros vinos. A veces, menos es mas".

Renacer produce cinco vinos: Sauvignon Blanc de Chile, Punto Final Malbec clásico y reserva, Enamore y Renacer.

¿Cómo llegan a estar entre los mejores para la crítica internacional? "Enviamos muestras a los distintos medios especializados. Son ellos quienes catando a ciegas definen sus preferencias y asignan puntajes. Tenemos 3 vinos que han salido entre los Top 100, nuestro Punto Final Clásico, PF Reserva y Renacer. No solo se basa en el puntaje, sino que en una serie de factores adicionales como numero de cajas importadas a Estados Unidos, factor "excitement", donde el consumidor descubre un nuevo vino y desarrolla admiracion por el, más el factor distribución".

Para una bodega pequeña, apunta Reich, lo más importante es enfocarse en pocos mercados e insistir en la buena relación precio - calidad. "Sobre todo, nunca decepcionar a nuestros clientes y distribuidores, que hacen que una bodega pequeña exista".

Las tres claves para ingresar a las grandes ligas, son según Reich "trabajar, trabajar y trabajar".

Fuente: Area del Vino

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