lunes, 30 de noviembre de 2009

La gastronomia tunecina, crisol de culturas

La cocina tunecina es el resultado de milenios de historia bereber matizada por la influencia árabe, otomana, judía y europea, manteniendo el sello de la cocina mediterránea. Rica y condimentada, saborearla es un delicioso recorrido por las culturas que la construyeron.

Como en todos los países islámicos está prohibido beber alcohol, de manera que en todas partes les ofrecerán té a la menta, la bebida nacional. En los hoteles y restaurantes identificados con la leyenda “Restaurant Touristique” está permitido beber vino, y podrás solicitar tintos como el Vieux Magon y Haut Mornag o blancos como el kelibia, una especie de moscatel seco. También los licores típicos: thibarine, de dátiles y hierbas, o boukha, que se pronuncia “buja”, un aperitivo a base de higos para beber helado.

El cuscús es el plato estrella de todo el Magreb, sémola de trigo duro cocida al vapor con algún tipo de carne. La especialidad de Túnez es el cuscús con osbane, un embutido a la menta; en la costa el de pescado, aromatizado con especias, cada región con el suyo y en realidad cada familia con su propia receta que se transmite de generación en generación. Los platos estarán siempre acompañados por pan y harissa, un condimento a base de pasta de pimientos.

El embutido típico de Túnez es el merguez, salchicha picante de carne de vaca o cordero, y la ensalada nacional es la mechuia, plato obligado en todos los menúes compuesto por tomates, pimientos y ajos asados que se cortan en trocitos y aderezan con limón, acompañados por atún desmenuzado, huevos duros y aceitunas negras. Las carnes y pescados generalmente se presentan a la parrilla, con una rodaja de limón.

La fuerte influencia árabe y judía se encuentra en platos como la menina, una gran entrada o aperitivo compuesto por ensaladas, habas al comino y tortillas; el akoud, que es un ragú de callos con tomate o la bkayla, espinacas fritas y carne de vaca que se sirve en los días festivos. También en los dulces, como baklava, caak o k´taif, rellenos con pasta de almendras, pistachos o avellanas, cubiertos con miel o almíbar; el clásico de Túnez es el makhroud, pastel bañado en miel y relleno de dátiles.

Algo más sobre bebidas: el lagmi, savia de palmera que se obtiene haciendo una incisión en la parte más alta del tallo; se consume ligeramente fermentado, su sabor es dulzón y se combina con anís, whisky o boukha, pero no se vende en las tiendas. Para conseguirlo habrá que dirigirse a algún lugareño, llevando la propia botella.

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Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina