viernes, 15 de junio de 2012

Argentina, en riesgo de estanflación

"Estamos yendo a un estancamiento de la economía y la inflación difícilmente baje de los niveles actuales", disparó Gustavo Reyes en la apertura del segundo encuentro de Coyuntura organizado por la Sociedad Argentina del Vino en el que se analizaron los escenarios que atraviesa el mundo, la economía del país, y las exportaciones vitivinícolas en particular a causa de esta coyuntura.

Pese a que Mendoza dejó de medir la inflación y lo mismo hicieron la mayoría de las provincias,  se está en condiciones de predecir que el panorama será de estanflación, palabra compuesta  a partir de estancamiento e inflación), momento coyuntural en que se produce un estancamiento de la economía y la inflación no cede.

"La tasa de inflación mensual en Argentina de bienes regulados y servicios públicos se aceleró a fines del año pasado, y la quita de subsidios se frizó y empezó a bajar, pero la que quedó alta fue la de bines de consumo. La tasa de inflación mensual en argentina es del 2%, y difícilmente baje al 1%", explicó el economista.

¿Porqué seguirá creciendo la inflación? "Porque la emisión monetaria seguirá siendo fuerte, la tasa de emisión monetaria se mantiene en el 33% y por tanto es muy difícil que baje la tasa de inflación actual", aclaró Reyes.

Niveles de actividad: sólo crece el gasto público
Cayó el consumo de autos, el índice de la construcción y se desmorona fuertemente el nivel de inversión. También cayeron hasta mayo los niveles de venta minorista. Los niveles de consumo se han estancado. Por el contrario el gasto público creció en el primer trimestre creció, aunque no tanto como el primer trimestre del año pasado, dijo Reyes

La caída de las importaciones se explica por dos fenómenos, las restricciones impuestas por Guillermo Moreno y la caída del nivel de actividad. En general, el nivel de exportaciones también cayó.

"Esta economía estaba creciendo 6 puntos antes de las elecciones, pero este año puede bajar mucho; hablaría de estancamiento,  no es una economía que se ha caído, sino que se frenó fuertemente".

Oferta y  demanda
Otros indicadores para medir el crecimiento de la economía son los de oferta y demanda de mano de obra, capacidad instalada, importación de bienes de capital. En cuanto a capacidad instalada Reyes evaluó que hay un 90% de la misma en uso, y por tanto "no hay gran capacidad para seguir creciendo en la industria salvo nuevas inversiones, de todas maneras aún si las hubiera inversiones tardarían en madurar"

En cuanto a la mano de obra evaluó que la tasa de desempleo del 21% cayó al 7,7% este año, contando como una de las menores tasas de desempleo desde el 80 hasta ahora. "Esta tasa de desempleo mucho más no puede caer".

Un problema de oferta está dado por la dificultad para importar bienes de capital, pero por el encarecimiento de los mismos tampoco es grande la demanda..

Motores de mercado interno, frenados
Reyes evaluó varios factores para diagnosticar cómo están los motores que impulsan al mercado interno. El movimiento de las economías mundiales es uno de ellos.

"Las economías mundiales excepto EEUU, un poco de Japón y Alemania, entraron en amesetamiento; China  está creciendo a tasas más bajas y Brasil no sale del proceso de estancamiento, aún devaluando el real, no logra arrancar la economía".

En cuanto a precios de exportación, los de los principales productos de Argentina, maíz y trigo, se encuentran estables, mientras que la soja mostró un gran crecimiento hasta abril.

Para el crecimiento dijo, la política cambiaria es negativa y las Bolsas y el riesgo país, también dan un balance negativo.

"La política fiscal desde el punto de vista del motor interno, sigue empujando fuertemente el sector público (sigue el gasto); la liquidez en pesos sigue siendo grande; el gran cambio empieza en el mercado laboral: el año pasado los salarios volaban antes de las elecciones, a casi el doble de la inflación, ahora están creciendo casi al ritmo de la inflación, esto significa que el poder adquisitivo dejó de subir; el año pasado, hubo creación de empleo, las tasas volaban, este año hay una fuerte caída en la demanda de trabajo; los préstamos crecen también al ritmo de la inflación, no más; las expectativas de consumo son negativas. En cuanto al riesgo interno, se acelera la salida de capitales, se disparó el dólar blue. A todos los que sustituyan importaciones les viene bien la política comercial, esto se puede tomar como motor para quienes les viene bien", evaluó el economista.

Por último en el análisis del sistema financiero, marcó que "el total de depósitos no crece pero tampoco cae, crece al mismo ritmo de la inflación; es muy difícil que bajen con la emisión del 33%% y una inflación del 23%"

Los depósitos en dólares registraron una fuerte caída en mayo y junio. "Hay 11 mil millones de dólares en el sistema; parte han sido prestados (a exportadores que pueden recibir créditos en dólares); parte lo tienen los bancos, muy poco, 850 millones, el resto está depositado en el Central, unos 6000 millones de dólares. El problema es fuerte, pero dólares hay, el Banco Central se los tiene que dar a los bancos para que devuelvan, pero todavía hay", señaló Reyes

¿Por qué se disparó el dólar blue? ¿Por qué hay más controles? ¿Los controles a la compra son una reacción exagerada del Gobierno? Estas fueron las preguntas que respondió Gustavo Reyes a los socios de la SAV. "Los precios le ganaron al tipo de cambio y cuando el dólar se vuelve más barato la gente quiere comprar. Hasta mayo se podía conseguir dólar barato, un poco, si al mismo tiempo la tasa de interés en pesos se desploma, la gente quiere comprar dólares".

A su vez, con la caída de las exportaciones hasta abril, hay menos oferta y más demanda, por tanto expectativa de que suba el tipo de cambio. El tema Repsol YPF hizo subir la prima de riesgo y ya hay gente en el gobierno que ha declarado que debe articularse una nueva forma de diferenciación cambiaria, un tipo de cambio bajo para bienes de capital y bienes que componen la canasta de consumo de la clase trabajadora, y un tipo de cambio alto para proteger a la industria sustitutiva e incentivar la producción. Por tanto, esta política cambiaria, en tanto permanezca este Gobierno, habría llegado para instalarse.

¿Por qué las restricciones a la compra de dólares? Porque el Gobierno necesita comprar y por tanto no va a salir a vender y mucho menos barato. Además, no quiere subir el tipo de cambio para no alimentar presiones inflacionarias, ni la tasa de interés para no desacelerar la actividad económica.

¿Por qué el BCRA debe comprar dólares? Por las proyecciones del déficit fiscal y del retiro de depósitos para los próximos meses. Hoy el BCRA tiene reservas por 47.149 millones, tiene encajes (prestamos de los bancos) por 6.228 millones y préstamos por 4.309 millones; a su vez tiene una deuda por 26.236 millones."Con la cuenta del retiro de depósitos, si el gobierno no compra ni un dólar, el cambio debería estar a 6.15. Con las proyecciones de déficit fiscal, tendría que pasar a 7,52. Claramente el Gobierno necesita comprar dólares", subrayó.

Fuente: Area del Vino

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