martes, 11 de septiembre de 2012

¿Buscás un varón o una nena? Tu dieta podría determinar el sexo

En los últimos años, fueron varios los estudios dedicados a determinar si cómo se alimenta una mujer antes del embarazo podría tener influencia en el género del bebé.
 
Una investigación en conjunto de las universidades británicas de Exeter y Oxford encontró la primera evidencia de que existía una relación: cuanto más come la mujer, más propensa está a tener hijos varones.

El efecto es lineal

Las mujeres que tienen mucho apetito, comen alimentos ricos en potasio como bananas y no saltean el desayuno son más propensas a tener un niño, aseguró el informe. Mientras que las mujeres que dijeron haber comido al menos una taza de cereal en el desayuno todos los días fueron un 87% más propensas a tener niños que aquellas que no comían más que una porción por semana (una posible señal de que se saltaban el desayuno).

Entre las mujeres que más calorías consumían antes del embarazo el 56% tuvo varones
 
Entre las mujeres que más calorías consumían antes del embarazo (dentro de un rango normal y saludable), el 56% tuvo varones, frente al 45% con la menor ingesta de calorías. Las mujeres que tuvieron varones también comían unos 300 mg de potasio más al día (en promedio), y alrededor de 400 calorías diarias más, en comparación con las mujeres que tuvieron niñas. Estudios previos también demostraron que los embriones masculinos se desarrollan mejor en culturas ricas en variedad de nutrientes (incluyendo potasio, calcio y vitaminas C, E y B12), como si para tener niños fueran necesarios más nutrientes que para las niñas.
En esta investigación participaron cerca de 700 madres primerizas, a las que se les preguntó sobre sus hábitos alimenticios durante el año antes a quedar embarazadas. ”El efecto fue lineal: cuanto más comían las mujeres más propensas fueron a tener un varón, por lo que el efecto podría ser aún mayor si las mujeres comían más”, dijo la Dra. Fiona Mathews de Exeter, directora del estudio publicado en la revista Proceedings de la Royal Society B: Biological Sciences. 

En busca de la niña

Otro estudio, esta vez de la Universidad de Maastricht de Holanda, también abonó la idea de que la dieta previa al embarazo de la mamá es un determinante fuerte del sexo del niño, es más, recomienda planificar la dieta en función de qué combinación de cromosomas prefiera concebir, además de prestar atención al momento de mantener relaciones sexuales.

Las madres que deseen una niña deben evitar las bananas y seguir una dieta basada en legumbres y quesos duros.
 
En detalle Las madres que deseen una niña deben evitar las bananas y seguir una dieta basada en legumbres y quesos duros. Según lo científicos, la clave está en abstenerse de comer sodio y alimentos ricos en potasio, como las anchoas, aceitunas, panceta, salamines, salmón ahumado, camarones, arroz salado, queso azul, papas, carnes frías, pan y pastelería. En su lugar, debe concentrarse en los alimentos ricos en calcio y magnesio.

Estas son las conclusiones del un estudio que durante cinco años involucró a 172 mujeres de entre 23 y 42 años, en Europa occidental. Las mujeres ya habían sido madres de niños y querían niñas. Se les quitó la sal de la dieta y se les insistió a comer más productos lácteos por día, en una dieta que también incluía pan, verduras, frutas, carne, arroz y pastas. Y aunque muchas de las mujeres abandonaron el estudio porque no pudieron seguir los estrictos requisitos de la dieta o las reglas sobre cuándo tener relaciones sexuales, 21 mujeres llegaron al hasta el final: entre ellas, 16 dieron a luz hijas mujeres, en una tasa de éxito asombroso de casi el 80%.

“Los resultados muestran que ambos métodos, la dieta y el momento de tener relaciones sexuales, aumentan la probabilidad de concebir una niña, pero el impacto de la dieta es mayor. Esto muestra una tasa de éxito sustancial cuando ambos métodos se aplican correctamente”, dijo entonces un portavoz del equipo científico.

Tendencias globales

Aunque las dudas sean todavía mayores que las certezas alrededor del sexo de los bebés, estos resultados podrían dar algunas pistas del rumbo que está tomando la humanidad. El primer estudio, que vincula un mayor consumo de energía antes de la concepción con el nacimiento de hijos varones, brinda además la primera explicación de por qué el número de hombres está disminuyendo en Occidente: sugiere que es el resultado de mujeres que consumen alimentos con poca grasa y se saltean el desayuno, entre otras causas.

Aunque el ADN en el esperma es el que determina el sexo, parece que en la batalla sin fin entre los sexos las madres pueden favorecer el desarrollo de un sexo en lugar de otro para su descendencia: una facultad que la naturaleza utilizaba para ajustar la proporción de sexos en la Edad de Piedra, para adaptarse a las épocas de escasez y abundancia.

De acuerdo a los investigadores, esto podría explicar por qué en los últimos 40 años se produjo una reducción pequeña pero constante de alrededor de uno cada mil nacimientos anuales, en proporción de niños que nacen en los países industrializados como el Reino Unido, los EE.UU. y Canadá. Esta disminución refleja la caída en el consumo de energía promedio en el mundo desarrollado; la epidemia de obesidad, en realidad, está impulsada por la menor quema de calorías en la vida cotidiana a causa del sedentarismo, y de las dietas altas en grasa.

Aunque sean necesarios más estudios para comprobar el papel de la dieta en el sexo de los bebés por nacer, sin embargo, es un gran recordatorio del papel influyente que las decisiones alimentarias. Si se puede influir en el sexo de un hijo, ya no caben dudas de la influencia de la alimentación en la salud, la longevidad y el bienestar de la especie humana… Y del planeta.

 Fuente: cukmi.com

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