martes, 19 de febrero de 2013

Desayuno infantil: jugar para aprender sobre la buena nutrición

Desde hace años, el desayuno de los chicos es motivo de preocupación entre los especialistas. Una encuesta de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas constató, en 2007, que el 90% de los escolares desayuna mal y no por problemas económicos, sino por falta de tiempo. Dos años después, luego de una evaluación antropométrica del estado nutricional de los chicos y las embarazadas, el Ministerio de Salud de la Nación recomendó "reforzar el hábito del desayuno".
 
Con esta inquietud en mente, un equipo de nutricionistas del sistema de salud público de San Isidro ideó un programa en el que a través de distintos juegos tratan de enseñar buenos hábitos. Antes, les preguntó a alumnos de cinco escuelas del partido qué desayunaban habitualmente. Las respuestas los dejaron boquiabiertos. Las opciones, que parecían más comunes que lo que reflejan las encuestas nacionales, incluían gaseosa, jugo sintético o chizitos a las apuradas camino al colegio. "Pudimos ver que alrededor del 86% desayuna, pero que sólo el 45% tiene el hábito de hacerlo con leche o yogur", comentó la licenciada en nutrición María Victoria Azpiazu, que coordina la iniciativa en las colonias de verano.

"Cuando cruzamos el resto de la información, observamos que en la práctica esos chicos estaban desayunando con mate cocido, agua o gaseosa. En muchos casos, a la noche comían un yogur, lo que no es una cena para esa edad", agregó Azpiazu.
Esta primera comida del día es la que, con una porción de lácteos, de frutas y de cereales, debería aportarle al cuerpo el 20-25% de la energía que utilizará el resto del día. En la encuesta alimentaria en las cinco escuelas sanisidrenses surgió que el 86% de los chicos desayuna y merienda; que el 45% ingiere por lo menos dos tazas de leche o dos potes de yogur por día; que el 57% come por lo menos dos de las cinco porciones diarias de frutas recomendadas; que el 67% bebe una cantidad diaria "no saludable" de gaseosas o jugos artificiales (2 o más vasos), y que apenas el 17% ingiere por lo menos 4 vasos de agua por día. "Éste es un patrón de consumo alimentario mínimamente saludable que elaboramos para la encuesta", indicó Azpiazu.

En las colonias de verano de los seis campos municipales de deporte de San Isidro, unos 3000 chicos de más de 4 años aprenden a desayunar jugando. Y lo hacen sin parar de divertirse, sobre todo los más chiquitos.

Una ludoteca nutricional

Ayer, en el Campo Municipal de Deportes N° 1 de Beccar, un grupo de once estudiantes avanzados de nutrición les recomendaban a un grupo de 40 chicas de 10 años dejar para "de vez en cuando" las facturas, las galletitas dulces, los alfajores o el dulce de leche con manteca, por ejemplo. "¿Y están comiendo frutas en el desayuno?", les preguntó una estudiante. La mayoría se hizo oír en la cancha techada del predio: "¡Sí!".

Claro que no era la primera visita del equipo. Los casi 800 chicos de entre 4 y 14 años que concurren sólo a la colonia en ese campo ya habían aprendido en apenas 15 minutos de juego algunos consejos para desayunar mejor. Los juegos los elaboran los distintos grupos de estudiantes que realizan sus prácticas en el Hospital Central de San Isidro. "Ya tenemos una ludoteca con más de 38 juegos y obras de teatro educativas", contó Azpiazu, que desde el hospital trabaja en red con las licenciadas en nutrición Encarnación Mota Moreno, que dirige el Centro de Salud Diagonal Salta, y Luciana María Pollavini, a cargo del Centro de Salud San Isidro Labrador.

"Lo que más vemos en los chicos es obesidad y sobrepeso. En los adultos ya aparecen la hipertensión, la diabetes y la dislipemia, así que lo más importante es trabajar en la prevención", dijo ayer Azpiazu, que dirige el Programa de Alimentación Saludable de la Subsecretaría de Salud Pública local, mientras a unos pocos metros su equipo esperaba la señal para empezar a jugar con unos 45 inquietos y escurridizos pequeños de 4 y 5 años.

"¡Arranquen, arranquen!", indicó Azpiazu, y los especialistas comenzaron su tarea. Sentados en el piso, en cuatro rondas, los chicos recibieron dibujos de todo tipo de alimentos: frutas, leche, pan, torta, yogur, medialunas, copos de cereal y queso, entre muchos más.

Ya estaban listos para jugar al "baile del desayuno", en el que luego de escuchar una consigna los chicos que tienen las imágenes de los alimentos mencionados tienen que levantarse y correr alrededor de la ronda.

"Hoy me desperté y antes de ir a la colonia mi mamá me preparó la leche con copos de cereales", fue la primera consigna. Antes de terminar de pronunciar la palabra "copos", los chiquitos que tenían los dibujos de la leche y los copos se levantaron como si tuvieran resortes y empezaron a correr con el aliento del resto del equipo. Y así siguieron, mientras no paraban de reírse e identificar los alimentos sin equivocación.

El final fue lo que más disfrutaron: "Desayunamos con lácteos, frutas, cereales, tostadas, mermelada...", y todos los chicos terminaron corriendo en ronda a pura carcajada.

Luego, llegaron las chicas de entre 8 y 10 años, que jugaron a la carrera de mozos. La primera debía correr con una bandeja hasta una pila de productos y debía "servir" el desayuno ideal con un lácteo, un cereal y una fruta. Ganaba el equipo más rápido. El silbato anunció el inicio del juego y de pronto Nahiara (8) se tomó su tiempo: "Tardé porque no sabía qué elegir. Puse uvas, leche y copos de cereal", contó después a LA NACION.

"Estas actividades les cambian la manera de pensar en la alimentación y hasta son motivo de conversación en casa", comentó Roxana Simcic, directora de la colonia del centro de deportes de Beccar. Y el jefe del campo, Guillermo Santamans, agregó: "Se van con la idea de consumir agua, frutas y verduras en las cinco porciones diarias. Me pasó con mi hijo de 8 años, que va a la colonia de otro campo".

Qué dicen las guías alimentarias

Fueron preparadas por nutricionistas argentinos
Bebidas
Se sugiere ingerir todos los días una importante cantidad de líquido, particularmente agua
Dulces y salados
Los especialistas subrayan que hay que disminuir el consumo de azúcar y sal
Un poco de todo
Se recomienda comer una amplia variedad de carnes rojas y blancas, retirando la grasa visible, y consumir variedad de panes, cereales, pastas, harinas, féculas y legumbres. También frutas y verduras de todo tipo y color
Lácteos
Ingerir todos los días leche, yogures o quesos. Es necesario en todas las edades
Diálogo
Aprovechar el momento de las comidas para el encuentro con otros.
Del editor: por qué es importante.
Los hábitos, si se adquieren en la niñez, se mantienen de por vida, ayudan a cuidar la salud y a evitar males crónicos.

Fuente: lanacion.com.ar

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