lunes, 24 de junio de 2013

Tarta dorada de limón con masa sablée

Esta tartita es muy fácil y deliciosa para la hora del té, ya que tiene la consistencia adecuada como para cortarla en porciones y disponerlas en una bandeja. La crema no se derrama porque tiene textura sólida pero suave. Con las medidas que voy a pasarles podemos hacer una tarta rectangular de unos 33 cm de largo por 11 ó 12 de ancho. Es más bien chica y salen cuatro porciones generosas. Pero si quieren hacerla en un molde redondo más grande no tienen más que duplicar las cantidades.

La masa es una típica sablée (arenosa, que se deshace en la boca), muy francesa, de esas que se deshacen en la boca con ese irresistible sabor a manteca que las hace inconfundibles.
Ingredientes para la masa
Harina 0000, 200 grs
Manteca, 100 grs
Yema, 1
Azúcar impalpable, 60 grs
Almendras en polvo, 40 grs
Sal, una pizca,
Ralladura de 1 limón
Polvo de hornear, 1 cda de té
Esencia de vainilla, 1 tapita
Agua helada para unir, c/n
Relleno
Jugo de 2 limones
Ralladura de 2 limones
Leche condensada descremada, 1/2 lata
Huevos, 2
Mermelada de damasco, 4 cdas soperas
Preparación
Poner en la procesadora la harina, el polvo de almendras, la sal, el polvo de hornear, el azúcar y la ralladura, y mezclar bien. Agregar luego la manteca fria y cortada en cubitos y arenar.
Cuando queda ya una mezcla bien arenosa, agregamos la yema de huevo y mezclamos. Luego agregamos, de a una, tres cdas de agua helada. Veremos que la mezcla empieza a unirse. Seguimos mezclando hasta que comience a formarse el bollo. Detenemos la procesadora y pasamos la masa a la mesa enharinada.
Terminamos de unir sin amasar, hacemos un bollo, lo envolvemos en papel film y lo dejamos reposar al menos media hora en la heladera.
Al cabo de ese tiempo, la retiramos y estiramos con el palote enharinado sobre la mesada también enharinada. Forramos la tartera con la masa, la pinchamos con un tenedos y la cubrimos bien con papel de aluminio en los lados y la base.
Luego la dejamos en el freezer por unos quince minutos. Encendemos el horno a 200 grados y la colocamos dentro, apisonando la masa con unas piedras sobre el papel metálico (o porotos o lentejas, es para que haga peso), por 15 minutos. Al cabo de este tiempo retiramos el papel de aluminio y cocinamos 10 minutos más, o hasta que veamos que comienza a dorarse. Reservamos (podemos guardarla en un lugar seco hasta un día, no más, cubierta con papel de aluminio).
Ahora vamos a la crema. Rallamos los dos limones y los exprimimos. Reservamos.
Pincelamos la base de la tarta con la mermelada de damascos y reservamos también. Luego batimos los huevos y le agregamos la leche condensada. Añadimos la ralladura, una tapita de de esencia de vainilla y el jugo de limon. Revolvemos y volcamos sobre la tarta.
Llevamos a horno de 170 por unos 40/45 minutos. Si vemos que se dora demasiado por arriba, cubrimos con un papel de aluminio hasta completar la cocción.

Fuente: blogs.lanacion.com.ar/cocina-amateur

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