jueves, 26 de diciembre de 2013

Vitamina D: ¿Una súper vitamina?

La vitamina D es multifacética: no solamente interviene en la salud ósea, sino que también tiene acciones sobre la secreción de hormonas, el sistema inmune, la fuerza muscular, la prevención de algunos cánceres y la sensación de bienestar general. Por su importancia, está siendo estudiada nuevamente, y ya hay nuevas facetas descubiertas.

Es adquirida en un 90% por los rayos UV, y el otro 10% por fuentes dietarias como el aceite de hígado de bacalao; pescados como el salmón, arenque, atún, trucha, lenguado y sardinas; también las ostras; la yema de huevo; cereales y lácteos enriquecidos.

Los rayos ultravioletas provenientes del sol constituyen la principal fuente de este compuesto. Las características de dichos rayos dependen de la latitud y de la altitud. Al ser Argentina un país muy extenso, contamos con distintas latitudes que van desde 24 grados -en Jujuy- hasta 64 -en la Base Marambio (Antártida)-.

Otros factores también influyen negativamente en la síntesis de vitamina D ante la exposición solar: el avance de la edad, la pigmentación oscura de la piel, el uso de pantallas solares, la polución atmosférica, la nubosidad y la vestimenta.

¿Qué factores generan su insuficiencia? 

* Bajo consumo de leche fortificada y pescados.
* La prevalencia de sobrepeso y obesidad (la vitamina D queda depositada en el tejido graso).
* Comportamientos más sedentarios.
* Permanencia en lugares cerrados.
* Uso de pantallas solares.
* Disminución en la práctica de actividades recreativas o deportes al aire libre.
* Incremento de la expectativa de vida.
Su déficit se asocia a hipertensión arterial, aterosclerosis y a un mayor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares. Existen trabajos que refieren una mayor incidencia de cáncer (colon, próstata y mama principalmente) y de diabetes en pacientes con bajas concentraciones de vitamina D.

La súper vitamina

Este compuesto heterogéneo interviene en la salud ósea, mejorando la absorción intestinal de calcio, los niveles de calcio en sangre y la fortaleza de los huesos. Pero también tiene otros efectos “no clásicos” como mantener la masa muscular, mejorar la sensación de bienestar, favorecer la respuesta inmune a ciertas infecciones y reducir el desarrollo de enfermedades autoinmunes.

Signos y síntomas

El paciente puede presentar cansancio por debilidad muscular, mayor tendencia a las caídas, dolor lumbar ante una compresión vertebral, pérdida de altura o fractura ante un mínimo golpe (cuando ya existe osteopenia u osteoporosis).

Ante la presencia de estos síntomas, es recomendable consultar al médico clínico, ginecólogo o endocrinólogo. Estos suelen basarse en análisis de laboratorios para medir los niveles de vitamina D. Si se confirma el déficit se debe realizar un tratamiento. Puede ser solo con ajustes en la dieta y mayor exposición solar, o bien agregando suplementos nutricionales.

Las personas fóbicas al sol, los que tienen algún trastorno en la absorción de los alimentos, los bebés alimentados exclusivamente con leche materna, las embarazadas y los ancianos (especialmente los internados o alojados en instituciones), tienen un alto riesgo de déficit de vitamina D. Por eso, deben ser evaluados de manera periódica y, de ser necesario, tratados.

Por la doctora Claudia Firpo, médica endocrinóloga. Miembro de SAEGRE (Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva). 

Fuente: entremujeres.com

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