jueves, 30 de enero de 2014

Cómo perder grasa corporal sin poner en riesgo la salud

Siempre y cuando el objetivo de perder peso no se convierta en una obsesión y pueda ser administrado con responsabilidad,  una gran dosis de sentido común y control médico, los resultados seguramente serán los esperados.   

Pero cuando sólo se apuesta a dietas de moda o a regímenes que abogan por la supresión de un grupo de alimentos o sólo a darle jerarquía a algunos, aparecen las llamadas dietas yo-yo, cuando el peso corporal baja y sube sin rumbo alguno porque en ellas no se consideran todos los factores de comportamiento y bioquímicos. 

Es que las dietas yo-yo, en el mejor de los casos se dirigen a desarrollar un hábito a corto plazo de un problema que requiere más dedicación y tiempo que un repentino espasmo de "comida sana".

"Para quienes llevan años luchando contra los kilos de más, una dieta nueva o un suplemento milagroso siempre aparecen como una luz de esperanza ", explica el doctor Daniel Klotzman, médico especialista en nutrición y obesidad y psiquiatra. 

"Ayunos, dietas paleolíticas -una variante del clásico "churrasco y ensalada" - o la ingesta de un solo alimento no favorecen el descenso de peso duradero, que implica verdaderos cambios de hábitos. Lejos de todo mito o creencia popular, la mejor manera de perder peso o mantener el peso adecuado, es aprender a convivir con la comida y con nuestro entorno. Las buenas costumbres de nutrición y hábitos saludables deben mantenerse a lo largo de la vida y son las únicas vías seguras", agrega Klotzman.

A continuación siete sugerencias revisadas por el doctor Klotzman que deben considerarse si se desea realmente bajar de peso y comenzar a disfrutar de una vida más sana, llena de energía y vitalidad.

TIP 1. El cuerpo tiene un número dado de células para el almacenamiento de grasas (adiposas), que aumentan o disminuyen de tamaño para acomodarse a los niveles cambiantes de necesidad de almacenamiento de grasas. Es por esto que las grasas de la dieta se almacenan con mucha facilidad en las células adiposas. Debe, por esto, emplearse una dieta pobre en grasas que reduzca los depósitos de grasas existentes en el cuerpo.
TIP 2. Para perder peso con éxito, deberían reducirse gradualmente las grasas de la dieta hasta el nivel mínimo tolerable. Para la mayoría de la gente, este nivel se situará en torno al 20% de las calorías. Una proporción inferior hace que las comidas no sean satisfactorias, debido a su rápida liberación desde el estómago al intestino y el rápido inicio del hambre. Será necesario realizar una disminución gradual y consciente para evitar el malestar, y para asegurar un cambio con éxito, y a largo plazo, de los hábitos alimenticios.
TIP 3.  Las grasas de pescado y el aceite de oliva son realmente buenas para el cuerpo, y deberían idealmente componer la mayoría de las calorías grasas. Las grasas de origen animal (esto es, las que contienen las carnes y productos lácteos) son menos sanas, y deberían tomarse al mínimo. Para esto, ingerir proteínas vegetales, pollo sin piel y pescado. Recuerda que la grasa de la dieta es hoy tu enemigo para la pérdida de peso, y, a largo plazo, tu enemigo para las dolencias cardíacas.
TIP 4. Mantener al mínimo las calorías grasas. Adoptar estrategias de reducción de grasas como evitar restaurantes que carezcan de opciones saludables en el menú, y pedir que te traigan por separado las salsas y el condimento de la ensalada. Estudiando los envases de los alimentos en el supermercado, podemos conocer el contenido graso de aquellos. Todos los envases de alimentos deben dar la lista de ingredientes por orden de cantidades, de modo que los alimentos más sanos mostrarán las grasas como uno de los últimos ingredientes. La manteca, margarina y aceites son fuente de grasas que se encuentran en los alimentos procesados y en las recetas. Seguir recetas y libros de cocina que se concentren en alimentos pobres en grasas.
TIP 5. Todos los alimentos se convertirán en grasa almacenada si se consumen en exceso de las necesidades energéticas. Las necesidades de proteínas y grasas de los seres humanos suelen ser fijas, y los hidratos de carbono complejos deberían contribuir con energía (calorías) cuando se necesite. Para reducir los cúmulos de grasa en el cuerpo, es necesario utilizar más energía de la que se consume en los alimentos, por medio de actividades y ejercicios corporales. El contenido en nutrientes de los alimentos debe ser elevado, especialmente si se consumen menos calorías. Los dulces (hidratos de carbono simples) deberían ser evitados, debido a la baja densidad de nutrientes y al alto contenido en grasas que a menudo se encuentra en ellos.
TIP 6. Las dietas muy bajas en calorías y la carencia de ejercicio contribuyen a quemar tanto la masa muscular como la grasa corporal. El cuerpo recupera la grasa más fácilmente, y con el tiempo cambia la composición del cuerpo a un mayor porcentaje de grasa. El enfoque correcto es el de aumentar gradualmente el ejercicio al tiempo que se disminuye gradualmente la ingesta de calorías (provista desde las grasas). Un cambio rápido no funcionará a largo plazo.
TIP 7. Un cuerpo bien ejercitado estará bioquímicamente entrenado para utilizar más eficientemente las grasas procedentes de la dieta y de las reservas como fuentes de energía. La tendencia a almacenar grasas se reduce con el entrenamiento atlético. Si la intensidad del ejercicio es bastante alta, el cuerpo quemará energía durante horas después de que el ejercicio haya acabado. Este efecto incrementa el metabolismo basal, que es la energía que se quema en reposo. Sin el aumento del metabolismo basal inducido por el ejercicio, hacer una dieta para perder grasa corporal se convierte en un esfuerzo sin resultados.

Fuente: infobae.com

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